En las últimas temporadas habréis oido nombrar el color nude infinidad de veces en el ámbito de la moda en general y en el de los complementos en particular.
Para empezar os diremos que se trata de una palabra inglesa (es nude, y no nudé) y significa desnudo con lo que es fácil desprender que hace referencia al color de la carne desnuda aunque se ha generalizado la identificación con un rosa pálido o rosa palo.
Así pues, el color nude es el color carne o el color piel, pero…. ¿todo el mundo tiene el mismo color de piel? La artista gráfica Angélica Dass, a través de su proyecto “Humanae” nos muestras que hay tantos tonos de piel como personas y que esos tonos oscilan desde un blanco roto a marrón oscuro casi negro.
El calzado nude, en cualquier tipo de piel, tiene la característica de alargar la pierna. Se trata de un efecto óptico que deriva del hecho que no existen marcados contrastes de color entre el pie y el resto de la pierna. No es esta la única ventaja del color. Los zapatos de tacón nude se pueden combinar con muchísimas prendas porque encajan bien con muchísimos tonos (coloridos o neutros) y con todo tipo de estampados por lo que se trata de
un color “comodín”. Además, al no ser un color chillón se puede usar muy a menudo sin que se note demasiado. Quizás estas consideraciones expliquen que se haya convertido en color fetiche para reinas, princesas y demás “royals”, entre ellas la Reina Doña Letizia, la Duquesa de Cambridge, la princesa de Mónaco…etc
No falla. Para esta Primavera-Verano, igual que en los últimos años, el nude es un valor seguro especialmente para ocasiones especiales. Apuesta por él.