Seguro que alguna vez te has hecho un pequeño lío comparando zapatos que venían en distintas numeraciones. Te contamos algunas cosas sobre la forma de medir los zapatos y cómo elegir tu talla.

El calzado ha de adaptarse a la forma del pie y no al revés. La selección de la talla adecuada asegurará en gran medida el éxito del calzado.

Puesto que los pies de cada persona son, en mayor o menor grado, distintos el uno del otro resulta lógico probar los zapatos en ambos pies, a ser posible de pie y con el zapato bien calzado y ajustado en el caso de que sea de cordones o hebillas. Una herramienta que a veces resulta muy útil es un medidor de pies como los que tenemos en nuestras tiendas y tampoco conviene olvidar que a última hora del día, generalmente, los pies han aumentado su tamaño. En cualquier caso, los dedos no deben tocar la puntera por delante ni por arriba.

Los sistema de talla, cuenta la leyenda, se originaron en 1324, cuando el Rey Eduardo II de Inglaterra decretó que tres granos de cebada alineados representaban una pulgada. La diferencia de un solo grano (1/3 de pulgada) equivaldría una talla más o menos. Hasta hoy ha llegado un sistema de equivalencias que resulta práctico para ver que talla tenemos en cada una de las numeraciones.